Y es que Jorge Mier no sólo quería eso, también pidió la primera regiduría para su esposa; digo para no verse tan mal de heredar el “reino” a la consorte, pues mejor a la otra. Una vez que Gonzalo Vicencio dejó la dirigencia de Morena, rápido Jorge Mier se fue a ver a Esteban Ramírez Zepeta, pactó con ellos, como Fausto con Mefistófeles, y le concedieron que la “amiguita”, como la llamó Vicencio, fuera la candidata a la alcaldía y la esposa primera regidora.
Por supuesto, a Ramírez Zepeta y al gobernador lo que les importa en realidad es con cuánto se va a poner Jorge Mier, pues saben que Emiliano Zapata es uno de los municipios que tienen perdido. La gestión de Jorge Mier en esta alcaldía fue completamente deficiente; la incapacidad de Mier sólo se puede comparara con su grisura.