El País relata la experiencia de «Mauricio Fernández, de 70 años de edad, exalcalde de San Pedro, exsenador del país y accionista de algunas de estas grandes empresas. Fernández compartió en sus redes sociales que logró vacunarse en Los Fresnos cuando viajaba con un grupo de amigos a una playa texana. Así como él otros habitantes de San Pedro Garza, la mayoría personas de más de 60 años. Y es que los ricos de Nuevo León ya se dieron cuenta de que el coronavirus no distingue clase social; vaya, si el coronavirus le dio a Carlos Slim y lo puso al borde de la muerte, que se puede esperar de los cristianos de a pie».
De hecho, reporta El País, fue en San Pedro «donde se reportaron unos de los primeros contagios en México. Sampetrinos que viajaron a Colorado para esquiar, regresaron infectados, razón por la cual el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell dijo en junio que la enfermedad “fue importada a partir de grupos sociales de alta capacidad económica, financiera, de grupos sociales adinerados del país». Ya ve usted, el coronavirus no distingue clases sociales, pero la vacuna sí.