Libertad Bajo Palabra

Cómo perder un estado en tres pasos

Cuitláhuac García y Éric Patrocinio Cisneros FOTO: WEB

Paso número uno, ponga al frente a un político que no sepa de política y que él esté convencido de que sabe. Paso número dos, ponga como segundo a bordo a un personaje que tenga sangre de toro, sí, que tenga la sangre pesada para que se pelee con la Iglesia, con los municipales y sobre todo con la ciudadanía. Y el paso número tres, rodéelo de compas, camaradas, cuates, amiguitos y ponga en sus manos las diferentes secretarías, todo con el fin de que, ya estando en el poder, olviden la cuna y el patio de vecindad de donde salieron y se ocupen en dilapidar el erario de los gobernados.

Tenga por seguro que con la aplicación precisa de esos tres pasos, los electores jamás volverán a votar por ellos. Si quiere conocer un caso específico de la aplicación de estos tres pasos, sólo tiene que mirar a tres estados gobernados por Morena.

Veracruz, Morelos y Puebla son la muestra real de cómo se echa a perder un estado, para que los electores no vuelvan a votar por ellos. Aunque, anteriormente el PRI fue el máximo exponente, ya que el tricolor no sólo perdió varios estados, sino que perdió un país entero en tres pasos.