Tampoco debe ignorar que la vacuna es un activo electoral de la Cuarta Transformación, por eso ellos se están reservando el derecho exclusivo de aplicarla, sin importarles que la gente siga muriendo. Tener acceso a la vacuna aliviaría en mucho a la población, a los veracruzanos; tenerla a nuestro alcance lo más pronto posible sería estupendo. La enfermedad está golpeando a las personas, a veces de una manera fulminante.
En menos de un mes una persona que ayer sonreía, podría morir. Tener para estas personas la vacuna de manera inmediata sería una bendición. Pero López Obrador no va a permitir que el único activo que le queda para no ser derrotado en las elecciones puedan tenerlo otros. Antes los mapaches electorales mercaban despensas por un voto, otras veces monederos electrónicos; hoy será una vacuna. Suena criminal, pero así es.