Impotencia y vulnerabilidad son las palabras exactas para describir el caso de un grupo policiaco en Ojinaga, Chihuahua, pues quince sicarios demostraron quien manda en las calles y sin temor alguno, golpearon, humillaron y con armas largas amenazaron a tres oficiales viales para que le “bajaran de huevos”. Según los reportes, los policías estaban en su oficina cuando sin previo aviso un comando armado llegó de forma violenta y con la misma, pusieron de rodillas a los oficiales de la Secretaria de Seguridad Pública del Gobierno del Estado.
Aunque la idea de los sicarios era humillar a los uniformados, el «pez gordo» era su jefe y aunque los policías se quedaron callados, los delincuentes les dieron quince días a los policías para que se fueran de Ojinaga si no querían problemas.
Lamentablemente este no es el primer caso que se da en los municipios de Chihuahua, pues en lugares cercanos a Ojinaga casos similares se han presentado causando miedo entre la población, pues ni siquiera los que se encargan de mantener segura la ciudad, están a salvo.
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