Reconoció que su viaje fue “una clara violación de los principios del confinamiento”. Sin embargo, Hugo López-Gatell se va de vacaciones a las playas de Oaxaca y contesta a los reclamos que le hacen: “No tengo nada que ocultar. Efectivamente fui a la costa de Oaxaca, a la región de Pochutla. Es un sitio hermoso con población muy generosa, muy benévola, y fui a visitar a familiares muy cercanos, a personas muy amigas y estuvimos en una casa particular durante los días de Fin de Año”.
Si López-Gatell tuviera la dignidad de David Clark, renunciaría. Pero no hay que pedirle peras al olmo, López-Gatell no tiene dignidad, sólo tiene excusas.