Por fin llega el último día del año, el 31 de diciembre y llega para muchos como un día maravilloso. La mágica noche de fin de año es una de las festividades que se celebran con mayor alegría y optimismo. Es en esta fecha que se realizan varios rituales, pero ¿cuál es el origen de esta tradición? La tradición de comer 12 uvas al ritmo de las 12 campanadas de la medianoche del fin de año es una de las tradiciones más arraigadas en nuestra cultura, sin embargo, muchas personas desconocen el porqué. La tradición de comer las doce uvas en la medianoche del 31 de diciembre tiene dos posibles orígenes, la primera se desarrolla en la década de 1880 cuando la clase burguesa de España se dedicaba a imitar a la francesa y entonces comenzaron a celebrar Nochevieja al consumir uvas y copas de vino espumante.
Fue así que, esta costumbre fue adoptada por ciertos madrileños que iban a la Puerta del Sol para oír las campanas de la medianoche y, muy probablemente con ironía o como burla, comían uvas al igual que la clase alta. La segunda versión se basa en décadas posteriores, exactamente en 1909, luego de que los productores de uvas de Alicante tuvieron una cosecha excelente y comenzaron a venderlas a muy buen precio.
Debido a la excelente cosecha, se le llamaron como uvas “de la buena suerte” y consideraron que debían ser consumidas para iniciar el Año Nuevo con una buena racha. Seguramente, este año 2020, será despedido con bastante alegría debido a que muchas personas alrededor del mundo lo han considerado como uno de los años más turbulentos del siglo XXI.
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