Elizabeth, una mujer de 43 años, resultó ser la culpable por la agresión sexual, vil y horrible a su hija de cinco años en la bañera. Elizabeth cumplirá una sentencia de 155 años de cárcel. El juez del tribunal de Mercer en Estados Unidos, William Sadler, dijo lo siguiente: «La niña sufrió daños de por vida y perdió la inocencia que nunca podrá restaurar. Estuve involucrado en el sistema de justicia durante más de 30 años, pero este es uno de los casos más viles y horribles que experimenté».
La policía se percató de lo ocurrido y comenzó a investigar el caso después de que el detective Steve Sommers respondió a un reporte cibernético sobre pornografía infantil que se distribuyó a través de Facebook Messenger.
Tras investigar a fondo dieron con una grabación de una mujer adulta con la menor de cinco años participando en actos sexuales; tras realizar una redada en su casa, reconoció las paredes del baño. El detective llegó hasta el fondo del caso percatándose de que el tutor de la niña de 5 años también estaba implicado en estos actos de abuso sexual.
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