Ahora, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dice que se requerirán “medidas extraordinarias indispensables para lograr que en las próximas tres semanas se reduzcan los contagios en el Valle de México”; ve porque les decimos que no extrañaría un toque de queda. Los habitantes de la Ciudad de México no se tomaron en serio las medidas sanitarias, le jugaron al valiente y siguieron en la “party”; las consecuencias son estas.
Desde hace semanas en Libertad bajo Palabra publicamos que la CDMX buscaba la manera de evitar el semáforo rojo; ya se sabía de la saturación de los hospitales. Los trabajadores de la Salud, los que se están fajando día con día en su lucha contra el coronavirus están muy molestos por la falta de previsión y la irresponsabilidad de las autoridades de Salud, de la jefa de Gobierno de la CDMX y del propio presidente que a estas alturas sigue sin usar el cubrebocas. Aquí están las consecuencias.