Estas declaraciones, que no están fuera de contexto, pues el mismo Gibrán Ramírez la ratificó en Twitter, no sólo pecan de irresponsables, sino que revelan el verdadero sentir de una clase política de resentidos que una vez montados en el poder sólo buscan revancha. ¿Quién es el que permite todo esto? El propio presidente de la República, quien no ha tenido empacho en señalar con su dedo flamígero a quienes considera sus adversarios.
Por supuesto se esperaría que el presidente pidiera mesura a sus seguidores, a aquellos que hacen eco de sus bravatas. Sin embargo, como sucedió en el caso de Fernández Noroña, quien violentó verbalmente a una diputada, el presidente sólo dijo que todos eran libres de expresarse.
Ya que no se puede fusilar a los ex presidentes, por lo menos habría que meterlos en la cárcel.
Y tú qué opinas, ¿a favor o en contra de la consulta, a favor o en contra de juzgar a los ex presidentes?#DeBuenaFe pic.twitter.com/k5HSiYjPAq
— De Buena Fe (@DeBuenaFe11) December 10, 2020