Aurelio, un hombre que se desempeña como bombero, junto a su esposa Morgan, abusaron de su propia hija de 7 años para enseñarle cómo tener un bebé; después de su acto criminal, le cosieron las lesiones que le causaron. El abuso empezó cuando Aurelio metió a la menor en un dormitorio para cometer sus fechorías; todo ocurrió mientras la mujer estaba presente. El espantoso ataque hizo que la niña comenzara a sangrar de sus partes vulnerables, pero después, la madre la ayudó a limpiarse, le dijo que se bañara y se fuera a dormir a su cuarto.
La noticia se dió a conocer debido a unos mensajes que mandó Morgan a una de sus amigas que es enfermera de obstetricia y le dijo que tenía un desgarro vaginal. La amiga le dijo que acudiera al médico, pero ella le contestó que las heridas ya estaban cosidas, la joven la cuestionó sobre quién la cosió y si usó lidocaína, pero ella le dijo que ya todo estaba bien.
Tras los mensajes la amiga mandó a la policía a casa de los agresores. La menor afirmó ante las autoridades que la obligaron a llevar a cabo “actos sexuales que no deseaba realizar”. Los padres dijeron que querían enseñarle a la pequeña cosas esenciales de la vida. Hoy se encuentran detenidos y serán juzgados con dureza por los actos indolentes que realizaron.
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