The Cartel Project, una investigación de Forbidden Stories en la que participan al menos 25 medios de comunicación, está sacando a la luz detalles de la corrupción y colusión de los gobernadores Fidel Herrera y Javier Duarte. The Cartel Project toma como eje el asesinato de la corresponsal de la revista Proceso, Regina Martínez. En su investigación sobre Fidel Herrera sale a la luz la vinculación de quien fuera cónsul en Barcelona en 2015-2017. En un artículo publicado en el periódico El País se lee sobre esos vínculos: «Los agentes catalanes descubrieron que el cónsul compatibilizaba la misión diplomática con relaciones poco recomendables. Y recogieron en un diagrama sus tóxicas conexiones. El responsable de los Mossos Rodríguez acreditó vínculos entre Herrera y Simón Montero Jodorovich (…) que está siendo investigado por tráfico de drogas, blanqueo y tenencia ilícita de armas».
Pero de Fidel Herrera se sabía eso y más. Fidel Herrera vendió a los veracruzanos a los Zetas, los cuales operaron durante su sexenio con el beneplácito del gobernador. Un fiscal de la sede de la PGR en España declaró: «Todo el mundo en la sede de la PGR en España sabía que Herrera era un corrupto, el más corrupto. Tenía muy mala reputación. Sin embargo, no se le investigó [durante su mandato como cónsul en Barcelona]».
Hoy Fidel vive las consecuencias de sus excesos, las torpezas de una vida donde sólo buscó vanagloriarse; se revuelve en una miasma de podredumbre que apenas le permite comunicarse a señas. Por cierto, hay quienes afirman que Fidel Herrera está bien de salud, y que soltó la versión de su enfermedad para que lo dejen en paz; pero no se le está cumpliendo.
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