Esto echa abajo la pureza antinepotista del presidente López Obrador. Claro, con algo tenía que salir el presidente cuando lo cuestionaron sobre el tema. ¿Qué respondió el presidente?: “Que se haga la investigación, que se informe, pero yo no recomiendo a nadie, no hay influyentismo, para nada”. Así de fácil, así de simple, la respuesta pueril de los niños cuando se les descubre una travesura: “Yo no fui”.
Asegura el presidente que se va a iniciar una investigación, pero si esa investigación es como la que se le llevó a cabo a Pío López Obrador, al final Felipa va a demandar a Loret y va a exigir que se le pidan disculpas. Sólo hay que recordar las palabras que el mismo presidente firmó: “No acepto, bajo ninguna circunstancia, que miembros de mi familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus recomendados”. “Bajo ninguna circunstancia”, dijo.