Sin embargo, luego que fue desechado por completo su mamotreto de Reforma Electoral, existe la posibilidad de que sea pasado por una elección relacionada con la revocación de mandato. Lo cierto es que los diputados de oposición deberán presionar al bloque morenista, que seguramente se encerrará a piedra y lodo en su negativa de evaluar la administración de Cuitláhuac García.
Sin embargo, jugará en su contra que el propio presidente será pasado por el riguroso escrutinio de las urnas para aprobar o reprobar su mandato. Y tenga por seguro que, si antes no lo mueven a la Oficina de Asuntos sin Importancia, el blandengue gobernador tendrá que ser pasado por las armas del respetable electorado y, esa acción, es una muy mala noticia para la gobernación actual.