Debido a que la madre de la víctima no encuentra cómo hacer justicia ante lo ocurrido, decidió compartir su caso en las redes sociales. Fue a finales de enero cuando su pequeño hijo de 8 años, estando en el desayuno, le dijo las siguientes palabras: “El maestro me tomó del cuello y me besó”, dijo el pequeño. Ante las palabras de su hijo ella se desmoronó a tal grado que comprendió que lo que escuchaba lo marcaría para toda su vida. El niño le contó que el día de los hechos él estaba en los baños cuando de pronto entró el director, un sujeto identificado con el nombre de Roberto, y al ver que estaba rodeado de compañeros le pidió que saliera. Al niño se le hizo extraño que el director le pidiera lo dicho pues no había cometido ninguna falta. El director quería que lo acompañara a su oficina y una vez dentro cerró completamente todo y mostró sus verdaderas intenciones.
“Mi niño dice que cuando salió, el director lo estaba esperando. Que se lo llevó a la oficina, cerró con llave, con seguro; cerró la cortina y le preguntó cuántos años tenía, que si tenía novia y que le dijo que ya estaba en edad de tener sexo… Fue entonces cuando lo agarró del cuello, después levantó su barbilla y le dio un beso en la boca”, relató la madre con los ojos llenos de lágrimas.
La madre y su pequeño fueron a la Unidad de Atención de Delitos Contra la Mujer, ya que en Guanajuato no existe una especializada en menores, para exponer su caso. Tras una investigación se supo que el menor no había contado todo, pues las autoridades confirmaron que no nada más lo había besado sino que, el niño fue abusado. Cuenta la madre que fue difícil poner la denuncia contra Roberto pues todos le daban largas, a pesar de que la denuncia ya está hecha la madre dice que hasta la fecha no procede. Roberto sigue en libertad y sospechan que el pequeño de ocho años no fue la única víctima.
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