Ya habían presentado la Cartilla Moral de Alfonso Reyes como una guía para conducirse en el gobierno que encabezaba López Obrador y Morena. Pero muchos funcionarios morenistas no la leyeron, arrancaron las páginas de esa guía y se limpiaron el trasero con las palabras de Alfonso Reyes. Ante ese desacato, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se vio en la necesidad de crear una Guía Ética para la Transformación de México, muy similar a la de Alfonso Reyes, pero quizá está vez en un papel más duro para que los funcionarios de la 4T no puedan limpiarse el trasero con ella.
Sobre esta guía dijo el presidente: «Bueno, después de muchos análisis, reflexiones, de consultas, se llegó a la definición de elaborar una Guía Ética para la Transformación de México. Es un documento similar, aunque a la luz de los nuevos tiempos, al documento que elaboró Alfonso Reyes en su momento, la Cartilla Moral, esta es la Guía Ética para la Transformación de México». La verdad es que los funcionarios de la Cuarta Transformación no se van a regir por esa guía ni siquiera la van a leer.
Ni Cuitláhuac García ni Pío López Obrador, ni Yeidckol Polevnsky ni Manuel Bartlett ni Ana Gabriela Guevara i Irma Eréndira Sandoval ni John Ackerman ni Zoé Robledo ni Jesús Ramírez Cuevas ni muchos otros funcionarios de López Obrador seguirán los preceptos de esta guía. Ellos buscarán la manera, aunque les arda, de seguirse limpiando el trasero con las recomendaciones éticas de López Obrador.
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