Sobre esta guía dijo el presidente: «Bueno, después de muchos análisis, reflexiones, de consultas, se llegó a la definición de elaborar una Guía Ética para la Transformación de México. Es un documento similar, aunque a la luz de los nuevos tiempos, al documento que elaboró Alfonso Reyes en su momento, la Cartilla Moral, esta es la Guía Ética para la Transformación de México». La verdad es que los funcionarios de la Cuarta Transformación no se van a regir por esa guía ni siquiera la van a leer.
Ni Cuitláhuac García ni Pío López Obrador, ni Yeidckol Polevnsky ni Manuel Bartlett ni Ana Gabriela Guevara i Irma Eréndira Sandoval ni John Ackerman ni Zoé Robledo ni Jesús Ramírez Cuevas ni muchos otros funcionarios de López Obrador seguirán los preceptos de esta guía. Ellos buscarán la manera, aunque les arda, de seguirse limpiando el trasero con las recomendaciones éticas de López Obrador.