En realidad, lo que le dolió a la señora Robles es que su excompinche la haya implicado en las reuniones semanales con Videgaray, donde se ponían de acuerdo para ver como desviaban recursos. Además, Zebadúa asegura que Juan Manuel Portal, entonces titular de la Auditoría Superior de la Federación, le informaba cada año a Rosario de las irregularidades que se presentaban en la contratación de universidades y organismos no gubernamentales, así como de las empresas subcontratadas que usaban Sedesol y Sedatu para desviar recursos.
La Robles decía que nadie le había advertido nada. Pero Rosario Robles ya no se debe de preocupar por nada, ya con certificado de soplona, seguro en unos días la sacan, la desparasitan y la llevan a vivir a una residencia al lado de Emilio Lozoya, testigo estrella de la 4T.