Lo preocupante para esta generación improvisada de funcionarios morenos en Veracruz es que deja en la vulnerabilidad a Cuitláhuac García Jiménez y a merced de ser evaluado por el pueblo veracruzano, que se siente agraviado por las burradas y pifias de un gobernante tozudo e inexperto en el arte de gobernar.
Esta decisión del más alto nivel pone en aprietos a la cuarta transformación jarocha. De entrada, deja muy mal parados a los diputados de la bancada morenista, quienes quedan exhibidos como ignorantes de las leyes electorales. Pues por lo pronto, el gobernador veracruzano deberá andar con más cuidado y darse prisa en darles aire a los asesores que lo embarcaron en esta alocada aventura electoral.