Edgar Hernández* /
¡Lo de Floricel, la gota que derrama el vaso!
A escasos tres días del II Informe de gobierno el reclamo de los partidos políticos, buena parte de los alcaldes, los legisladores de oposición y la ciudadanía manifiesta en la opinión pública, va en el sentido de que llegó el momento de que el gobernador Cuitláhuac García pida licencia.
Han sido tanto sus desaciertos, tantas sus torpezas y arbitrariedades, de él y sus equiperos empezando por el gorilato establecido por su segundo, Eric Cisneros, que el siguiente paso deberá ser el retiro.
Es tanto el desgaste que su remoción se ha convertido en una exigencia social.
Basta observar las redes sociales a partir de la noticia, ayer a media mañana, en torno al artero crimen de la alcaldesa de Jamapa, Floricel Ríos Delfín, para darse cuenta del pulso veracruzano.
Basta observar la reprobación ciudadana tras la revelación hecha por el diario Reforma, en donde la desesperada edil, días antes de ser ejecutada, clama ayuda al Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, misma que le niega dejándola en manos asesinas, para darse cuenta de la inviabilidad del gobierno.
A la par, una verdadera cobardía resultó la versión oficial del asesinato de la alcaldesa encontrada con un tiro en la cara, en donde se destaca que la víctima estaba metida en asuntos delincuenciales, una típica criminalización acompañada del “caiga quien caiga” e “iremos hasta las últimas consecuencias”.
Y para colmo durante la improvisada conferencia de prensa de ayer, el gobernador Cuitláhuac García, en una total falta de tacto político se hace acompañar de Eric Cisneros.
No hubo quien le dijera que se aguantara las ganas de seguir protegiendo a este personaje que ni veracruzano es y que saliera a dar la cara él solo, como hombrecito.
¿Dónde quedó el cuidado de formas?
¿Dónde los resultados de los arteros crímenes a personajes públicos como el diputado Juan Carlos Molina, acribillado a las afueras de su casa de 28 tiros? ¿Dónde el esclarecimiento del asesinato de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Maricela Vallejo?
Todo ello sin mencionar los crímenes de odio, segundo lugar en feminicidios y el reconocimiento oficial de la existencia de ocho carteles criminales en la entidad.
¿Eso es gobernar?
Son muchas las fechorías las que carga el mal gobierno de García Jiménez más identificado con la corrupción y el nepotismo que con la eficiencia y los resultados.
De ahí la urgencia de que, en el marco de su segundo informe, anuncie que el primero de diciembre se regresa a casa de sus papás a seguir su vida loca lejos de la cosa pública que nunca supo ni quiso atender sobre todo al dejar ir la oportunidad de alejarse de Eric Cisneros cuando todo mundo le gritaba que era su talón de Aquiles.
Poco caso hizo a las consejas de que ya no tuviera más en su lecho a Gómez Cazarín y que se desprendiera del taibolero Zenyazen Escobar; que no le permitiera más negocios a Roberto Ramos Alor y que se alejara de los pendejos y rateros, más rateros que pendejos.
A nadie hizo caso. Se la quiso comer toda él solito.
Ahora tendrá que cargar sobre sus espaldas con la responsabilidad de las corruptelas de su pandilla y traer las manos manchadas de sangre.
A la 4T por lo visto, están llegando los tiempos de recoger las varas, la fiesta terminó.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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