El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con los Estados Unidos y con Canadá, en México conocido como T-MEC, es un documento que obliga a los tres países a cumplir con todas las normas de cooperación económica para un supuesto beneficio de todos los participantes. Sin embargo, también se adquirieron compromisos de mejorar las condiciones laborales y de garantizar la libre afiliación sindical, incluyendo la democracia en los sindicatos de los tres países. Es bien sabido que Joe Biden cree que el gobierno de México no sólo debe defender el derecho de los trabajadores a organizarse y negociar colectivamente, sino también alentar la negociación colectiva.
En México, apenas se le está dando importancia a ese apartado en la nueva Ley Laboral. Además, tenga la seguridad que no pasa desapercibido para los asesores del nuevo presidente que el SNTE, considerado como el sindicato más grande de América Latina, carece de democracia para elegir a sus líderes y que no toma en cuenta a sus afiliados para revisar el contrato laboral.
De manera que los especialistas en la materia creen que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá que pisar el acelerador para que el SNTE dé paso a elecciones democráticas como lo exige la nueva Ley Laboral antes de que reciba presiones del nuevo gobierno norteamericano.
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