Por ahí andan mentes torcidas que hablan del covid-19 como un complot mundial, que fue fabricado en un laboratorio y que forma parte de grupos de poder que piensan apoderarse del mundo entero usando el covid-19 como una potente arma biológica. Esto ha originado que científicos de todo el mundo han decidido estudiar sus genes para comprobar si, efectivamente, cabe esa posibilidad. Lo que han descubierto es que una máquina de contagio tan perfecta está muy lejos del alcance de la creación artificial.
La comunidad científica ha determinado que el covid-19 ni forma parte de un experimento del gobierno estadounidense ni es un arma biológica manipulada genéticamente en un laboratorio chino para acabar con la humanidad. Esos razonamientos son sacados de teorías conspiratorias de la cábala y numerología mística y muchos son presa fácil de estos charlatanes.
Lo que hasta el momento se sabe es que el coronavirus de Wuhan, el virus que provoca el covid-19, lo creó la naturaleza. Así lo ha ratificado una investigación publicada en la revista Nature que trata de evaluar el posible origen de este virus, cuyas características sólo puede explicar la selección natural. Así que no contribuyamos a difundir ideas erróneas que podían poner el riesgo la vida de los demás. El virus existe, es real y en cualquier momento podría afectarnos a nosotros mismos.
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