Lo que esta dirigente olvida es que el voto sólo se limitaba para elección de delegados, ahí se cerraba el embudo, ya que los únicos que podían votar para la elección de secretarios seccionales o para elegir nuevos dirigentes nacionales eran precisamente los delegados, a la perrada, como le llamaban alguno seccionales a la base de trabajadores de la educación, ya habían sido utilizados y ya no votaban.
Además la cuestionable líder señaló que en el uso de sus facultades estatutarias fue creado el reglamento para la Elección de las Directivas Seccionales sindicales del SNTE, mismo que fue aprobado por tres consejos nacionales. En otras palabras, el Congreso Nacional, único órgano legal para reformar o cambiar estatutos, fue echado a la basura por estos siniestros personajes que le temen a que la base les pegue una patada en el trasero en las próximas elecciones sindicales.