Claro, el presidente dice «si yo algún día me pongo cubrebocas sería por la gente, por respeto a la gente». Y se lo pone no porque crea que usar cubrebocas sirva de algo, se lo pone como quien se quita el sombreo al llegar a una iglesia o casa ajena. Se lo pone «aun sin saber a ciencia cierta si ayuda o no ayuda».
Vale señalar que son muchos los científicos los que han abogado por el uso del cubrebocas, no para evitar al 100 por ciento el contagio del coronavirus, sino para disminuir el riesgo de contagio. Al parecer, esa parte es la que el presidente de México no entiende. El cubrebocas no es una medicina que cure el cubrebocas, es sólo una medida de prevención.