Apenas la tarde de ayer señalábamos que Mercedes Santoyo sólo fue puesta en el puesto de contralora para cubrir las trapacerías del gobierno de Cuitláhuac García. Periodistas de la calidad de Édgar Hernández, Claudia Guerrero y el equipo de Libertad bajo Palabra han estado documentando las empresas fantasma, los contratistas fantasma (uno de ellos vende limones en Cardel), los contratos por adjudicación directa, los contratistas con la misma dirección fiscal (el Cártel de Avanradio) y ahora nos enteramos de los miles de aviadores que están en nómina en la Secretaría de Salud de Veracruz.
Todo esto o estuvimos señalando y como consecuencia, “succionadores profesionales” nos acusaron, señalando que alguien nos financiaba para atacar al gobierno de Cuitláhuac García. Pero ahí está el resultado de la Cuenta Pública Federalizada de 2019 de Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Secretaría de Salud de Veracruz presenta un presunto daño patrimonial a la Tesorería de la Federación (Tesofe) por mil 963 millones 566 mil 675 pesos.
De acuerdo con el reportaje de la revista Proceso, también hay mil 40 servidores públicos que no se encontraron en sus lugares de adscripción, ni hay evidencia de que hayan realizado «actividades relacionadas con la prestación de servicios de atención a beneficiarios del Seguro Popular durante el ejercicio fiscal 2019». Vale señalar que como hemos acusado, el responsable de todo este desastre es el primo-hermano del gobernador Cuitláhuac García, el subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero, quien en este momento debe estar buscando facturas y documentos apócrifos para solventar estos señalamientos.
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