Es cuando el entrenador decide cambiarlo y poner al nayarita Víctor González y a el sinaloense Julio Urías, quienes entraron a lanzar haciendo un trabajo fino que logró vencer a los Rays de Tampa Bay para ganar 4-2 la Serie Mundial y romper una sequía de 32 años sin campeonato. González se llevó el triunfo con cuatro outs de labor, y Urías el salvamento por siete.
El júbilo se dejó sentir en el estadio, que estaba abarrotado por cientos de mexicanos. La historia de Julio Urías es de película, se trata de un pequeño que tuvo un tumor en el ojo izquierdo, que le impedía ver al cien por ciento. Sin embargo, cuenta con un brazo izquierdo formidable. De ahí en adelante el mexicano sacaría la casta hasta llegar donde ha logrado llegado. Un orgullo cien por ciento mexicano.