El Guacho, a través de sus contactos, fue avisado que Archivaldo estaba en cierto lugar y pensó que era el momento de cumplir con su tarea. Sin embargo, se equivocó, el sujeto que asesinó pensando que era Archivaldo era Marcial Fernández, hijo de Manuel Fernández Valencia, el Animal o la Puerca, un sicario del Cártel de Sinaloa.
Tras el error del Guacho, el Chapo se enteró que en realidad el ataque estaba pensado para su hijo preferido y ante esto movió mar y tierra para dar con el responsable. Una vez que tuvo en sus manos al Guacho, citó a su hijo Archivaldo y entre los dos le dieron una de las peores torturas que se han visto en video.
Entre la tortura que le dieron le aplicaban toques eléctricos en las orejas, le desprendieron los dientes con pinzas, le enterraban agujas en el estómago, cortaron pedazo a pedazo su cuerpo. Lo más horroroso de la tortura del Guacho fue que, el Chapo contrató un doctor para que cuando se desmayara lo reviviera y así seguir causándole dolor.