Dice el actor que los mercachifles de doctorados “patito” lo convencieron cuando le dijeron que era por «los aportes significativos en el campo de la actuación y dirección cinematográfica; poniendo en alto el nombre de México en el contexto internacional». Entonces Roberto Palazuelos se hinchó como el sapo que quiso ser toro y dijo para sí mismo: «Bueno, pues sí me parece que me lo den, porque ahí sí creo que me lo merezco, entonces ya me lo dieron y lo fui a recibir muy contento».
Pobre tipo, en realidad se cree que los grados Honoris Causa que recibieron Laura Bozo, Lord Molécula y tantos esperpentos más en realidad son merecidos. ¿Cree que no sabemos que esas cosas tienen un precio?