El objeto tocó tierras mexicanas a las 23:00. Los habitantes de la colonia Lázaro Cárdenas en Ciudad Victoria, Tamaulipas, notaron que la bola de fuego resplandeciente cayó justo en un campo solitario. Ante la noticia las personas más cercanas fueron a observar el supuesto meteorito.
Todos pensaban que encontrarían una roca gigante hasta el fondo de un cráter, pero en el lugar sólo había rastros de un polvo parecido a las cenizas. Cuando la noticia trascendió, el Departamento de sismología y vulcanismo del Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas informó que estás explosiones son parte de un meteorito. El Instituto desmintió que fuera un meteorito ya que para serlo debe de estar del tamaño de una pelota de tenis y si no logra tener esa medida, se les llama bólidos. Los habitantes al norte del país por un momento pensaron que era el fin del mundo.