A pesar de las manifestaciones de los grupos de científicos, artistas, de grupos de desaparecidos, periodistas en riesgo de sufrir un atentado y hasta de braceros, la Cámara de Diputados tomó la decisión de desaparecer 109 fideicomisos; así parejo. Por supuesto, la cámara deberá revisar caso por caso, pues para hacer efectiva la desaparición se deben sortear 400 reservas a la iniciativa de desaparecerlos.
Cabe mencionar que esos 109 fideicomisos dejarían libres 68 mil 400 pesos para que el gobierno federal maneje a discreción. Sin embargo, sobre recursos devueltos ya hay experiencia en el gobierno de López Obrador; baste recordar los saqueos en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Es lo mismo que el caso del dinero de la rifa del avión presidencial.
Ya se rifó el avión, no se han repartido los premios, y el dinero que saldría de la rifa no se ha ocupado para comprar medicamentos e insumos para el sector Salud como se había prometido. Es por ello que la oposición sigue esperando que el daño causado por Morena sea mínimo. Lo seguimos reiterando, es cierto que había mucho desorden en el manejo de los fideicomisos, pero en lugar de desaparecerlos, lo mejor hubiera sido ordenar cada uno de ellos.
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