Fernández Noroña, el diputado más hueveado del Congreso de la Unión, fue al mercado en su auto de lujo y se estacionó en un lugar donde había un letrero que decía: «Exclusivo Carga y descarga. 30 minutos». La imagen del letrero hacía ver que era para los camiones que cargan y descargan mercancía del mercado, no para los clientes. A Noroña le quitaron la placa de su auto de lujo, tomó una foto y se quejó: «No llevaba ni cinco minutos estacionado y la policía de Tepoztlán le quitó la placa. 350 pesos de multa».
El diputado de San Luis Potosí, Pedro Carrizales, mejor conocido como el Mijis, lo corrigió: «No manche, los que tienen 30 minutos para estacionarse son los vehículos que cargan y descargan ahí, no usted. Póngase pilas mi diputado! Saludos». Noroña tuvo el descaro de contestarle: «Todo vehículo que cargue y descargue. Es la zona del mercado y vas a hacer compras. Pónte la pila, mi buen oportunista».
Pero el Mijis no se iba a quedar callado y le contestó con contundencia al diputado hueveado: «“No pos si…” Nos deja claro porque siempre tiene tantas broncas con el mundo: sufre de “errores de interpretación a conveniencia”. Si así como interpreta un simple letrero, interpreta las leyes, temo decir que la decisión de no dejarle la presidencia (de San Lázaro) fue correcta». Pobre Noroña, como los babosos, por donde se deja ver deja la marca de su baba.
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