Y es que en el fondo esa era la excusa de las autoridades del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI). Por eso, pensaron que mejor ellos les administraban los 20 millones, no se les fuera a ocurrir a los “ignorantes” pobladores gastárselos en caminos para que los alumnos lleguen con bien de sus casas a la escuela; no vaya a ser que los “ignorantes” de Zihuateo se lo quieran gastar en mejorar las condiciones de la escuela.
Tal vez los funcionarios de la Cuarta Transformación querían ese dinero para gastárselo en asesorías, en planes para sacar de la pobreza a los habitantes de la sierra de Zongolica. Lo bueno es que después de la balconeada a Manuel Huerta, por gandalla, el boleto ganador ya se lo entregaron a los pobladores y ya ellos sabrán qué hacen con los 20 millones. Esperemos que hagan eso, caminos, mejoras a su escuela y hasta un pachangón con barbacoa de hoyo. Si lo hacen ¡Inviten!