Irineo Domínguez Méndez / Por fin coincidimos con AMLO: tenemos los mismos datos. Es decepcionante aceptar que, de $ 130 MMDP a que asciende el presupuesto de Egresos, 120 MMDP estén destinados a gasto corriente y que la mitad de los $ 10,000 MDP restantes sea para pagar deuda pública. En otras palabras, solo el 4.17% del presupuesto de Egresos se destina a obras y servicios. La pregunta obligada es ¿porqué tanto dinero se va en gasto corriente?
Al echarle una ojeada al DECRETO Número 525, Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado para el Ejercicio Fiscal 2020, se observan los montos destinados al pago de servicios personales de los poderes legislativo, judicial y organismos autónomos, juntos suman $ 5,365.8 MDP y el poder ejecutivo gasta $ 50,081.3 MDP. El importe de los subsidios por el mismo rubro para los Organismos Públicos Descentralizados del Poder Ejecutivo, asciende a $ 22,051.7 MDP. Al pago de la deuda pública se destinó $ 7,638.3 MDP.
El número de plazas autorizadas para las Dependencias del Poder Ejecutivo para el Ejercicio Fiscal 2020 es de 92,004; 22,332 corresponden al Sector Público Centralizado, el resto al Magisterio Estatal. Los salarios NETOS que perciben los altos mandos son: Secretario(a) de Despacho y Homólogos(as) es de $ 56,000.00; Subsecretarios(as) y Homólogos(as) $ 52,320.00; Director(a) General, Coordinador(a) de Asesores y Homólogos $ 50,274.00; Director(a) de Área y Homólogos $ 40,476.00; Subdirector(a), Asesor(a) y Homólogos(as) $3 4,575.00; Jefe(a) de Departamento, Consultor(a), Ejecutivo(a) de Proyectos y Homólogos(as) $ 27,325.00; Jefe(a) de Oficina, Supervisor(a) y Homólogos(as) $ 19,813.00; Analista y Puestos Análogos $ 17,444.00.
Entonces, la pregunta se contesta: existe elevado gasto corriente en pago de servicios profesionales porqué la austeridad no se aplica en los poderes judicial, legislativo y organismos autónomos, tampoco en los descentralizados, pertenecientes al ejecutivo. Los salarios NETOS de los altos mandos son inmerecidos; bien pueden reducirse en un 20%. La actual administración poco ha hecho en favor del pueblo para cobrar esos salarios. El ahorro sería de $ 15,499.76 MDP. Cantidad que sumada a la actualmente asignada para obra pública ($ 4,828 MDP) arrojaría un total para este rubro mayor a $ 20,327 MDP. Al no aplicar la austeridad es una traición a AMLO.
Una y otra vez se comprueba en encuestas el mal desempeño de la actual administración, la ubican en el penúltimo lugar de los 32 estados. Ocultar esta verdad que lacera a Veracruz es traicionar al Presidente; quien, seguramente, sí conoce la real situación. El rendimiento de los entes señalados indica la necesidad de bajarles los salarios; algo así como “a cada quien según sus capacidades”, según afirmaba Marx en la fase superior de la sociedad comunista.
Otra traición a AMLO es la negativa a realizar cambios en el gabinete. Realizar sustituciones es tan necesario como solicitar renuncias de “amigos” con los que llegaron esos funcionarios. La eficiencia y eficacia son cualidades de las que carecen quienes dañan la imagen del gober. De acontecer otra devolución de recursos a la federación se comprobará – nuevamente – la incapacidad para utilizar los recursos de la mejor forma y que los objetivos serán inalcanzables este año. La evaluación se impone; la ciudadanía ya lo ha hecho. ¿Porqué esperar más garrotazos?
La posición del gober no es nada envidiable. Se confronta contra todo lo que se mueve en vez de gobernar. Por ejemplo, es inocultable su intención de apropiarse de la dirección de MORENA “a la mala”. Anula cualquier puente de enlace con quien actúa como Presidente; muestra mal asesoramiento y ausencia de oficio político. Fuera de tiempo impulsa a ese puesto a un exempleado; ignora y nadie lo ilustra sobre los tiempos electorales internos y constitucionales. La situación extraordinaria que vive su partido a nivel nacional no será repetida en los estados. Debiera fortalecer su partido aplicando “laissez faire, laissez passer”; toda vez que los objetivos están definidos, faltando solo facilitar los medios para alcanzar las metas; tareas pertenecientes a su partido; en el que existen líderes motivados y calificados. El delegado ya no le hace sombra. No necesita más problemas.
Otro sí digo. – El delegado fue relegado. ¡Está cayendo de la gracia del Presidente, ni el chichón le ayudó!
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