¿Y escuchó López Obrador a los veracruzanos? No escuchó ni a la que le mentó la madre: «A qué veniste jijo de la ch…»

En su visita a Veracruz el presidente de México dijo: «Aquí la gente siempre nos ha apoyado. Los ciudadanos de Xalapa son los precursores del movimiento de transformación de nuestro tiempo (…) ante esas muestras de confianza, apoyo y solidaridad, no van a ser mal correspondidos; yo jamás le voy a fallar al pueblo de Xalapa, al pueblo de Veracruz, al pueblo de México». ¿A quién se dirigía López Obrador si en el Museo de Ciencia y Tecnología no había ni xalapeños ni veracruzanos? El acceso estuvo tan restringido al Museo de Ciencia y Tecnología que ni siquiera pudo entrar su porrista, la senadora Gloria Sánchez.

En la entrada del museo quedaron todos los manifestantes que le dieron la bienvenida. Grupos de Coatepec que defienden la invasión de la zona boscosa, integrantes de la comunidad Lésbico-Gay y otros grupos que apoyan a su gobierno. A la hora de su entrada al Museo de Ciencia, manifestantes que protestaban trataron de detener el vehículo donde viajaba.

Se ponían enfrente esperando que eso detuviera el vehículo, pero no; lento, precavido, pero el vehículo seguía su marcha. Los gritos arreciaban: «La tierra no se vende se honra y se defiende», «Coatepec lo necesita». Frustrada una mujer, al ver que el vehículo no se detenía, le gritó: «A qué veniste jijo de la chingada si no te quieren los pendejos». Ni a esa mujer escuchó el presidente, porque el presidente ya no escucha más que su propia voz.

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