Fernando y la apertura

Peatonal
Bajo el cumplimiento de cada uno los protocolos de salud establecidos y de forma segura, a partir del viernes 18 de septiembre se dio inicio a la prueba piloto del Proyecto de Peatonalización de la avenida Independencia FOTO: FACEBOOK
- en Opinión

Sergio González Levet / Un buen gobernante, un estadista, sabe que muchas veces tiene que tomar decisiones difíciles, resolver un dilema en el que las dos soluciones son complicadas y peligrosas…

Pero un buen gobernante, un estadista, sabe que lo único que no puede hacer es quedarse en la indecisión, porque no ha sido elegido para estar pasivo ante los problemas que enfrenta la comunidad que dirige.

Pienso en el alcalde Fernando Yunes Márquez y las disyuntivas que ha tenido que enfrentar ante el acoso de la Covid-19 y el problema económico de los altos marginados, de las clases populares, de las clases medias. Lo imagino pensando en todos los pobladores de su municipio -el más antiguo de América y uno de los más importantes en la historia de México y del mundo-, que no tienen hacia dónde hacerse porque la pandemia les pegó a todos en donde más duele: en el bolsillo que permitía darle de comer a los hijos y procurarles una vida un tanto mejor, y en la vida misma, que se está llevando a los viejos y a los enfermos y a los desvalidos; muchas veces un padre, otras una hija querida, la esposa o un hermano que aún tenía muchos años por delante.

Ser Presidente Municipal de Veracruz-Puerto siempre ha sido un reto emocionante y mayor, pero en las condiciones actuales es una hazaña, una gesta, una epopeya. A Fernando Yunes le ha tocado bailar con la más horrorosa, coja y contrahecha realidad, porque ha tenido que enfrentar la adversidad plena sin el auxilio del Gobierno del Estado -diría yo más bien con una malquerencia, que no sólo no ayuda, sino que le pone cuantas piedras puede en el camino-.

De ser un político de alturas, ha tenido que agigantarse para poder actuar, sin el auxilio necesario, en contra de la peor pandemia de nuestra historia, sólo comparable al daño que le hizo la viruela española a los mesoamericanos en la época de la Conquista de Hernán Cortés, hace 500 años.

El alcalde Yunes Márquez se resolvió y tomó una decisión valiente, porque el Ayuntamiento abrió la calle para que se reavivara la economía y se reactivara el comercio, de modo que muchos veracruzanos pudieran volver a ganar un dinero para llevar a sus casas, y se sintieran así útiles otra vez, mujeres y hombres de bien y productivos, como son y han sido siempre los jarochos… además de heroicos cuatro veces, y van por la quinta.

No es fácil abrirle la puerta a la cuarentena, porque también se le abre una rendija al contagio. Para poder contenerlo en esas condiciones, se necesita el concurso de todos, la prevención universal. Es crucial el uso de cubre-bocas, la sana distancia y la higiene meticulosa.

Es peligroso, sí. Debemos cuidar la salud de los nuestros, pero también hay que alimentarlos, educarlos, entretenerlos, porque eso igual es vida.

En Veracruz-Puerto se está haciendo la tarea… y el arriesgue.

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