Pues la diputada Ayala, como si tuviera autoridad moral para pedirlo, lanzó una iniciativa para que los titulares de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) y del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) del Estado de Veracruz tengan su título y su cédula profesional.
La señora diputada argumenta que esto es «con el fin de elevar la calidad del servicio público, mediante su profesionalización, ya que, argumentan, no basta contar con el grado académico correspondiente, sino que también debe poseerse el documento exigido en la ley de la materia para poder ejercer profesionalmente».
Érika Ayala no sabe de calidad en el servicio público, ella que toleró por décadas a centenas de aviadores, de los cuales también dimos nombres. Lo dicho, la desvergüenza de esta señora es del tamaño de su incongruencia.