Eso sin tomar en cuenta que la figura constitucional del gobernador a la vista del electorado veracruzano, está por los suelos. Además, siendo honestos, esa petición gubernamental sólo es un llamado a misa o una voz perdida en el desierto.
O acaso podemos creer que su pupilo y protegido favorito, Zenyazen Escobar, va a tomar en serio esa petición y va dejar de promocionar al grisáceo diputado Víctor Emmanuel Vargas Barrientos por la zona de Córdoba, o que acaso no sabe que el mismo pachuco bailarín de Río Blanco se le queman las habas por ser presidente municipal de la Ciudad de los 30 Caballeros. Lo cierto es que muy pocos tomarán en serio esa petición.