Los dueños del bar Michelucas, a casi dos meses de la desaparición, no han declarado, la dueña se ha amparado para no hacerlo y la fiscalía no ha procedido legalmente. Ni siquiera se tiene una versión precisa de qué es lo que pasó ahí. Unos dicen que fue un comando con armas largas la que se llevó a los muchachos, otros dicen que una camioneta roja, otros dicen que no los levantaron en el bar, que fue en otro lugar de donde se los llevaron.
Está claro que Verónica Hernández Giadáns, la fiscal espuria no puede con el paquete. De haberse actuado de inmediato habría más luz sobre el caso, pero fue hasta 15 días después de la desaparición que empezaron las indagaciones. Incluso la fiscal espuria pidió que no se hiciera público el caso, que no se diera a conocer a la prensa para no entorpecer las investigaciones. ¿Pero cuáles investigaciones?