El peor error que ha cometido Cuitláhuac García es el mismo del burro que tocó la flauta, sentir que fueron sus méritos los que lo pusieron en Palacio de Gobierno y sentir, como el burro, que sabe tocar la flauta. Ante ello cree que las críticas contra su gobierno no tienen sustento, porque él cree que sabe tocar la flauta. Se siente incorrupto, pero hay evidencia de su corrupción, empezando por el nepotismo de imponer a su primo a manejar discrecionalmente los recursos del estado; cosa que Libertad bajo Palabra dejó bien documentado.
Se siente honesto, pero su deshonestidad empieza al desempeñar un cargo para el que nunca estuvo preparado. Para Cuitláhuac García no hay argumentos válidos para afirmar que no sabe gobernar, y para demostrar lo contrario se ha atrevido, como el burro, a decir que sabe tocar la flauta, cuando sólo llego a gobernador por casualidad. Pero las encuestas lo contradicen, los veracruzanos lo contradicen, la realidad lo contradice.