El día 25 de agosto, en otra conferencia mañanera, el presidente López Obrador volvió a la misma metáfora desafortunada al llamar a sus fieles pobres como animalitos: «No, si tiene uno una mascota, un gatito, un perrito, tan fieles, con tantos sentimientos, ¿qué?, ¿no lo cuida uno?, ¿no le da uno de comer? O le dice: ‘A ver, vete tú a buscar tu comida, aprende’».
Fieles, mascotas, animalitos, así compara el presidente a aquellas personas que reciben los apoyos que entrega el gobierno federal. Por supuesto, en redes sociales estas declaraciones polémicas muestran la manera como el presidente ve a sus fieles; ya sabe lo que dice la máxima bíblica: «De la abundancia del corazón, habla la boca».