Emilio Lozoya aseguró que el reportaje publicado por Proceso carecía «de prueba documental alguna, y relata una historia absolutamente falsa, dolosa e inexistente de principio a fin». Pero Lozoya dijo algo que se acomoda a su situación actual: «Asimismo, suponiendo que hubiese alegatos en mi contra por parte de delincuentes confesos, habría que por lo menos mencionar que éstos pueden decir lo que sea a cambio de reducciones de condenas».
Es lo mismo que Emilio Lozoya está haciendo ahora, decir lo que sea con tal de que se reduzca su condena, con tal de que liberen a su madre en arresto domiciliario, con tal de que retiren las denuncias en contra de sus hermanas, con tal de que no le quiten todo lo que se robó, con tal de no pisar la cárcel. Y al parecer la honesta Cuarta Transformación se lo va a cumplir.