Cuando el rio suena es que algo lleva, dice un conocido dicho popular mexicano. Y es que la alusión que hace el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a las buenas relaciones que tiene con la CNTE y con grupos inconformes que buscan sacar del SNTE al actual dirigente Alfonso Cepeda Salas, hace suponer que el gobierno federal ya tiene contemplado en la agenda presidencial estos temas.
En el caso de la CNTE, hace poco un grupo de inconformes de esta corriente sindical, solicito plazas normalistas directamente para sus militantes, desde luego sin examen de prelación, razón por la cual la SEP, señaló que ya hay reglas claras, y que no se entregaran plazas magisteriales sin antes cumplir con la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras, como supuestamente se está haciendo en todo el país.
Por otro lado, grupos afines a la maestra Elba Esther Gordillo siguen insistiendo que debe de haber elecciones democráticas en el SNTE inmediatamente. Se recordará que, desde el mes de marzo, unos días antes de la cuarentena ocasionada por el Covid-19, Cepeda Salas y sus seguidores pretendieron dar madruguete en varios estados, sacando una convocatoria basada en un reglamento de elecciones hecho a modo, y sin consular a las bases magisteriales. De manera, que nos es gratuito ni fortuito que el presidente diga que está abierto al dialogo con los grupos de maestros inconformes.
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