En Apodaca, Nuevo León una mujer que había estado contagiada de coronavirus se internó en el Hospital General de Zona 67 del Instituto Mexicano del Seguro Social debido a que estaba embarazada y a punto de dar a luz. La mujer se recuperó de la enfermedad a base de tratamientos y cuidados, pero esto no impidió que su hija saliera positiva al virus. Una vez nacida Ahitana, los doctores le hicieron la prueba, la cual dio positiva a la enfermedad. La niña presentó crisis convulsivas, sangrado pulmonar, infección en la sangre y fibrosis.
La niña nació extremadamente grave, algunos pensaron que ya no tenía remedio pues su cuerpo aún no estaba preparado para aguantar tanto sufrimiento. En una entrevista para medios informativos los doctores dijeron que «fue realmente un trabajo difícil, un reto para los neonatólogos buscar el tratamiento preciso para salvarla, porque ella estuvo realmente al borde de la muerte».
Después de 19 días de mantener a la pequeña Ahitana bajo tratamientos y bajo muchos cuidados, la pequeña se recuperó. La madre al recibir la noticia que su pequeña iba a vivir, agradeció con el corazón a los doctores. La mujer dijo que siempre iba a estar agradecida con ellos pues salvaron la vida de su hija y la de ella. Los héroes si existen. En esta pandemia los doctores son la última esperanza de las familias que tienen algún integrante contagiado.
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