La niña nació extremadamente grave, algunos pensaron que ya no tenía remedio pues su cuerpo aún no estaba preparado para aguantar tanto sufrimiento. En una entrevista para medios informativos los doctores dijeron que «fue realmente un trabajo difícil, un reto para los neonatólogos buscar el tratamiento preciso para salvarla, porque ella estuvo realmente al borde de la muerte».
Después de 19 días de mantener a la pequeña Ahitana bajo tratamientos y bajo muchos cuidados, la pequeña se recuperó. La madre al recibir la noticia que su pequeña iba a vivir, agradeció con el corazón a los doctores. La mujer dijo que siempre iba a estar agradecida con ellos pues salvaron la vida de su hija y la de ella. Los héroes si existen. En esta pandemia los doctores son la última esperanza de las familias que tienen algún integrante contagiado.