En Brasil una familia, al verse en aprietos económicos, optó por salir a las calles a pedir apoyo para tener algo que comer. Uno creería que en medio de la pandemia la gente se ha sensibilizado con los más afectados por la situación económica que vive el mundo o por haber quedado desempleados, pero la siguiente historia demuestra lo contrario. Un día que la familia se encontraba trabajando en las calles, una mujer se acercó al Nicolás de 11 años y le ofreció una caja con despensa, el niño muy ilusionado, le agradeció la ayuda.
El pequeño se imaginó que la caja que le habían regalado estaba llena de alimentos, los cuales disfrutaría con toda su familia. Pero al llegar a su domicilio descubrió que en el interior de la caja únicamente había sal y harina.
«Cuando abrimos la caja, sólo eran paquetes de sal. No criticamos la harina porque mata el hambre, pero esto puso a Nicolás triste. Pensó que tenía galletas en la canasta básica y cuando lo vio, sólo era sal”, dijo la madre. Nicolas se puso triste y soltó algunas lágrimas.
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