Fue un tremendo bazucazo el que lanzó el gobierno de López Obrador al filtrarse supuestas declaraciones de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, donde señala que el mismo Luis Videgaray solicitó a Lozoya que se entregaran 6.8 millones de pesos a Ricardo Anaya. En total, señala el periódico Reforma, fueron más de 52 millones de pesos que se entregaron a los diputados del PAN para que se aprobara la Reforma Energética.
¿Cómo surgió esa información? ¿Acaso no son personas del gobierno actual los únicos que tienen acceso a Lozoya y sus dichos? Al parecer, cada que se requiera, el gobierno tendrá en Emilio Lozoya un arma política ya sea para distraer o para atacar a sus contrincantes.
Así, de cada declaración que le saquen a Lozoya, no harán falta pruebas para comprobar sus dichos, lo único que importará serán sus declaraciones. Si lo que dice Lozoya es verdad o es mentira, eso ya es secundario; el golpe mediático es lo que cuenta, la verdad queda en un segundo plano. Lo dicho, a la 4T Lozoya le cayó como anillo al dedo.
Comentarios