Edgar Hernández* /
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Al Tribunal Superior de Justicia y Consejo de la Judicatura llegó la peste de la corrupción.
El “Botín de Morena”, quedó al descubierto tras el zipizape del pasado miércoles donde se trenzaron a golpes en disputa de algo más que las jugosas plazas.
Nuevas revelaciones, de carácter financiero, filtra este fin de semana el propio Poder Judicial a través del Consejo de la Judicatura.
Documentos oficiales, copia en poder de quien esto reseña, dan cuenta del cuantioso que manejaba hasta el miércoles pasado el exmagistrado Dionisio Gutiérrez, quien es el llamado poder tras el trono, producto de una larga y muy cercana relación con la hoy Magistrada Presidente del TSJ, Sofía Martínez Huerta.
Esta es la historia.
Dionisio, quien tras bambalinas dirige a la institución, dispone además de cuantiosas partidas para gastos de operación lo cual ha provocado el encono y división entre magistrados y el propio personal administrativo de un “Fondo Auxiliar para la Administración de Justicia”.
Es un fondo que a primera vista y a lo largo de décadas no había llamado la atención hasta que llegaron los morenos buscando un tesoro que finalmente encontraron bien escondidito.
¡Encontraron mil 280 millones de pesos! por lo que el “Bola 8” y sus 40 aliados dijeron “¡De aquí somos!”
Un documento oficial deja claro que el asalto al Tribunal por el recién nombrado Consejero, Humberto Oliverio Hernández Reducindo ¿Reducindo? propuesto por el Congreso del Estado a petición del secretario de Gobierno, Eric Cisneros, en sustitución de Edgar Mauricio Duck, no tuvo otro fin mas que tomar bajo control el “Fondo Auxiliar para la Administración de Justicia”.
En ese juego de carambola de los toma todo resulta además atropellado el otro pájaro de cuenta Dionisio Gutiérrez, responsable de ministrar el “guardadito”.
Es un guardadito que asciende a mil 280 millones de pesos, que es la asignación autorizada para el Consejo de la Judicatura, independiente al presupuesto anual que maneja el Tribunal Superior de Justicia que alcanza mil 895 millones de pesos en este 2020.
Esa la razón por la que tanto importa al gobernador Cuitláhuac García tener el control de esos centavos y si para ello tiene que hacer a un lado a Sofia y al amigo de Sofía, Dionisio, pues… ¡Con permiso!
De nuevo la falta de manejo de crisis sumada la impericia política da lugar al escándalo.
De nuevo todo se resuelve a gritos y sombrerazos sin que medie consideración alguna para una de las instituciones que a lo largo de su historia ha sido la más institucional y la que menos ruido hace.
Hoy, debido a la pandemia, dice el revelador documento, “estos recursos se mantienen intocados” ya que en 19 meses no se ha hecho ninguna obra ni inversión alguna.
El dinero está ahí guardadito.
¿Por qué o para qué?
Fácil.
Los mil 280 millones de pesos los tiene guardados el gobernador para la operación electoral que habrá de sucederse en junio del año próximo y en donde está en juego la supervivencia de Morena al eventualmente perder el Congreso del Estado y la mayoría de los 212 municipios en disputa.
Así que Paris bien vale una misa… o que digan misa por el mitote armado la semana pasada por los golpeadores de Eric Cisneros.
La lana es la lana.
Ya por lo pronto, al descubrirse el pastel, los litigantes, barras, colegios y asociaciones de abogados reclaman un “Plan Emergente de Inversión” en favor del fortalecimiento judicial.
“El Fondo Auxiliar no debe ser para el auxilio electoral”, dicen los abogados, aunque ello le anda valiendo puritita madre al ya no tan atarantado Cuitláhuac García, quien solo parece.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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