Víctor cuenta que, tras escuchar todo tipo de insultos como «mariquita, puto», optó por caminar más rápido, cuando los sujetos vieron que el joven se disponía a escapar, lo empezaron a seguir entre todos. Uno de estos mecánicos portaba un arma en su pantalón, y al ver que el joven empezaba a correr, decidió detonarla en el cuerpo de Víctor. Fueron dos balas las que alcanzaron al joven, la primera le dio en una pierna y esto hizo que cayera al piso, cuando el joven se encontraba en el suelo, el sujeto que portaba el arma, sin ninguna compasión, disparó nuevamente dándole en la cabeza.
Los sujetos pensaron que el joven, después de la bala en la cabeza, había perdido la vida y ante esto optaron por darse a la fuga. Vecinos del lugar se percataron de lo ocurrido, hablaron a las autoridades para que le brindaran ayuda a Víctor. El joven fue trasladado a un hospital donde dijeron que sus heridas se irán recuperando conforme pase el tiempo. De los sujetos no se sabe nada, las autoridades dijeron que buscarían a los culpables para darles lo que merecen.