Ya se lo habíamos sugerido a Cuitláhuac García, él debe mandar un arcón lleno de frutas de temporada al gobernador de Puebla, y es que, de no ser por Miguel Barbosa, el gobernador de Veracruz estaría en el fondo del pozo en la encuesta para calificar a los mejores o peores gobernadores del país. Con un 7 por ciento Miguel Barbosa es el peor de los gobernadores evaluados por Arias Consultores; el gobernador de Veracruz tiene un 14.3 por ciento, lo que lo convierte en el cuasi peor de los gobernadores evaluados.
Vale que, en esa misma encuesta en el rubro de confianza en el gobernante, el 77.9 por ciento de los veracruzanos no confían en Cuitláhuac García. ¿Cuál es la razón? Pues los veracruzanos se han dado cuenta de que el oriundo de la Progreso Macuiltépec es un funcionario ausente, que no toma las decisiones en Palacio de Gobierno, y cuando por fin se decide a gobernar sus decisiones son erradas.
Cuitláhuac García tiene una tara política y social que no le permite ver la realidad de uno de los estados de la República más rico en recursos naturales; si a esto sumamos que su padre putativo viene a cada rato a decir que es una bendición, pues en su estulticia el gobernador de Veracruz se la cree y sigue actuando irreflexivamente o no actuando. Pero lo más grave de todo es que mientras él está ausente, la gran mayoría de sus funcionarios roba, roba a manos llenas; eso sin contar el nepotismo y el influyentismo rampante.
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