Sin embargo, López Obrador, consciente de que su “honesto” pupilo, la “bendición” de Veracruz es un inútil, mejor ha optado por pedirle a la secretaria de Gobernación que se ocupe del tema.
En su conferencia mañanera, cuando lo cuestionaron al respecto, el presidente no titubeó: «Le vamos a pedir a la licenciada Olga Sánchez que nos ayude, ella es secretaria de Gobernación y nos ayuda mucho, que le des los elementos y ella puede ayudar en la conciliación y que se atienda este asunto». ¿Se imagina usted a Cuitláhuac García tratando de resolver el asunto? Capaz que va y como en Chinameca, hasta le mientan la madre.